martes, 17 de junio de 2008

Kuhn se jubilará sin éxito

El seleccionador suizo, que abandonará el cargo tras el torneo, ve frustrada la intención de hacer algo grande en "su" Eurocopa

Suiza ha llegado al final de su camino pronto, quizás demasiado pronto. La verdad es que los anfitriones no merecieron perder ni en su debut ante la República Checa (0-1) ni tampoco hoy ante Turquía (1-2). Pero el fútbol tiene estas cosas.

Jacob Kuhn, seleccionador suizo, se retirará (tal y como le ha pedido su mujer) con un mal sabor de boca. Y no porque su equipo no haya practicado un buen fútbol. La verdad es que el conjunto helvético tenía muy claros cuales eran sus intenciones de cara a esta Eurocopa y los han aplicado sin dudar.

Se basaban en un centro del campo muy potente físicamente dedicado a recuperar balones y salir rápido al contraataque. Este es el estilo que aplicaron tanto ante los checos como ante los turcos y el resultado sería bastante positivo si no tuviéramos en cuenta el resultado. Porque ocasiones claras para marcar han tenido. Pero en este deporte, lo que actualmente cuenta es la efectividad.

La lesión de Alexander Frei, que se rompió en el primer encuentro, no ha ayudado mucho a los anfitriones. Marko Streller, su acompañante en la punta de ataque, no ha podido certificar en la fase final de la competición la misma capacidad goleadora que en los partidos de preparación, donde marcó 7 tantos. Tampoco se podía esperar que el futbolista más joven de toda la Euro, Eren Derdiyok, tomara la responsabilidad realizadora. Y eso que, en el partido ante Turquía, dejó muestras de lo buen jugador que puede llegar a ser.

Ante estas carencias realizadoras, los suizos sólo podían esperar que su defensa se convirtiera en una muralla y, de esta forma, mantenerse con vida a la espera de materializar alguna de las múltiples oportunidades de las que disponían. Pero los zagueros han demostrado (como ya hicieron durante algunos de sus encuentros previos a la Eurocopa) que no eran capaces de mantener la concentración durante los 90 minutos. Y esto les ha pasado factura.

En el primer partido, la República Checa anotó el gol de la victoria cuando nadie se lo esperaba. Sverkos cogió fácilmente la espalda de los defensas para fusilar a Benaglio. En el partido de esta noche, nadie ha podido evitar que Semih rematara de cabeza completamente solo. Aunque hay que reconocer que el portero helvético se ha comido el balón. En el segundo gol, Arda Turan recorre más de 40 metros y, ante la oposición de tres zagueros chuta sin demasiados problemas y elimina a los anfitriones.

Un último detalle para destacar. El seleccionador turco, Fatih Terim, deberá trabajar duro para que su equipo mejore en defensa porque los checos podrían causarle más de un disgusto si la retaguardia otomana se muestra tan frágil como ante los suizos. Tiene varios días para preparar el partido que decidirá quién acompaña a Portugal a la siguiente etapa.

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