martes, 17 de junio de 2008

Y este cuento se ha acabado

Otto Rehhagel pagó caros sus planteamientos tan conservadores y los campeones de hace cuatro años se despiden antes de lo esperado

Grecia se marcha para casa a las primeras de cambio. Algunos dirán que era lo normal, que no tenían nivel suficiente y que lo de hace cuatro años fue una gran suerte. Pero la verdad es que los helenos habían realizado una buena fase de clasificación y, si bien era difícil que repitieran el éxito cosechado en Portugal, disponían de futbolistas de calidad como para pasar a la siguiente fase. O al menos no quedarse fuera a las primeras de cambio.

Pero Otto Rehhagel tenía una idea clara: su equipo debía ser tan rocoso como lo fue en la última Eurocopa. Es por eso que decidió cambiar el esquema que le había dado frutos en las eliminatorias previas (un 4-3-3 con Charisetas, Gekas y Amanatidis en punta y con Basinas, Karsouranis y Karagounis en el medio del campo).

Ante Suecia, el entrenador alemán puso en liza una defensa con tres centrales. Esto obligó a sacrificar un punta y a que Karagounis ejerciera de enlace entre media y ataque. La modificación táctica no fue muy positiva y los griegos cayeron ante un rival que, a pesar de no ofrecer mejor fútbol que los helenos, tuvo más pegada.

La prensa griega criticó el miedo de Rehhagel a la hora de confeccionar una alineación tan defensiva. Pero Otto volvió a tropezar con la misma piedra. Ante Rusia, y jugándose la clasificación, repitió el dibujo y sólo movió algunas piezas. Patsatzoglou sustituyó a Antzas en la zaga, Katsouranis entró por Karagounis y Amanatidis se colocó en lugar de Gekas en punta. El equipo mostró los mismos problemas que en el anterior encuentro: falta de hombres de calidad para crear juego de ataque y llegar con peligro a la portería contraria.

El proyecto de Rehhagel en este torneo se estaba hundiendo y el mister germano decidió volver al sistema que funcionó en los meses previos a la Eurocopa. Volvió el 4-3-3 pero era ya demasiado tarde. Grecia había recibido un gol en contra y Rusia supo controlar muy bien su defensa para salir rápido al contraataque.

Se terminó el partido y con él la participación de los actuales campeones del torneo. Decepcionantes por su falta de valentía y una vez más por una propuesta futbolística tan pobre. Una vez salió les bien, pero aunque ya no fuese una odisea, sin ambición ofensiva no se gana, de no ser por ayudas astrales o arbitrales.

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